
31 agosto 2006
La necesidad de Benítez

28 agosto 2006
Benítez y la sorpresa de los honestos

El agente Benítez nunca se pregunta qué puede hacer su país por él, sino qué puede hacer él por su país. A su habitual jornada de trabajo dirigiendo el tránsito 12 horas en una esquina decidió sumarle un turno y trabajó 18 horas corridas sin cobrar horas extras. El problema es que se hizo de noche y nuestro querido agente se quedó sin colectivos para volver a casa, por eso tuvo que regresar caminando. Pero a Benítez no le importa. Sabe que los que hacen el bien siempre son recompensados. Como ahora, que volviendo al hogar a pie se topó con este monumento al rockero desconocido en un desolado camino provincial. Vea qué bonito es. Disfrútelo, Benítez!
25 agosto 2006
Benítez indignado

Pero vean cómo son las cosas, piensa Benítez. ¿Uno se ausenta del pago por unos días y ya empieza a pasar cualquier cosa? De recorrida por una plaza municipal el agente Benítez se topa con esta escena aberrante. Una mujer madura manoseando a un niño. Y no es que Benítez esté contra las gordas (por cierto le guarda un grato cariño a Berta, una gorda muy parecida a esta con la que Benítez debutó en su pueblo natal), pero no en la plaza, caramba! Si no fuera porque la mujer le recordó a la gorda Berta los metería presos a los dos. Marchando rapidito y sin chistar. ¡Habrase visto!
21 agosto 2006
Benítez agradece
¡Benítez a salvo!

16 agosto 2006
¡Benítez en peligro!

¡Benítez atacado!

El intachable agente Benítez es atacado por un bonaerense contaminado. El pobre hombre ha sufrido mutaciones por vivir al lado de una fábrica y ahora sólo puede beber sangre pura, como la de Benítez. Para colmo nuestro querido agente no quiere golpearlo porque sabe que el infeliz no es culpable de su suerte... Pero cuidado, Benítez, que la cosa se puso fea!
14 agosto 2006
Benítez y los mutantes
11 agosto 2006
El ayudante de Benítez

El intachable agente Benítez nos presenta a Lee, un joven asiático que lo acompaña de tanto en tanto en sus recorridas por las calles bonaerenses.
Lee, cuyo nombre de pila nadie conoce, es el hijo del chino Lee, del autoservicio al que suele ir Benítez. Como el chino Lee andaba preocupado porque su hijo se la pasaba con los videojuegos sin salir de los fondos del local, le pidió ayuda a Benítez. Y nuestro servidor de la ley, por supuesto, no pudo negarse.
Por eso cada tanto Lee (hijo) acompaña al agente Benítez para ejercitar los músculos y combatir al crimen.
Hay que agregar que Lee (hijo, aunque padre también) es experto en algún tipo de arte marcial con palos que Benítez no alcanza a identificar, pero que nunca está de más cuando el mal acecha. Y, lo más importante, Lee (hijo) ya le confesó a Benítez que está pensando seriamente en seguir la carrera de policía. ¡Eduque, Benítez! ¡Integración!
09 agosto 2006
La tentación de Benítez

07 agosto 2006
Correción Benítez

04 agosto 2006
Benítez y la pasión

02 agosto 2006
Benítez a la carga (SE PUEDE COMENTAR OTRA VEZ!!!)

En Europa todo muy lindo, pero el placer de volver a estar en avenidas llenas de baches, de volver a ver a los Renault 12 break con GNC, de respirar nuevamente el caño de escape de un Peugeot 504 destartalado mientras suenan los bocinazos… Eso sí que no tiene comparación. Y es que uno siempre llevará encima la marca del lugar donde nació. La marca del orillo que le dicen. Pero no se ponga nostálgico y… a trabajar, Benítez!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)